INFORMACIÓN
Los Cenotes: Son dos enormes depósitos de agua cristalina y con cierta profundidad que se formaron por el colapso del techo de antiguas cavernas formadas por el suelo kárstico de la región. El agua que contienen se acumuló por miles de años debido a la lluvia y corrientes subterráneas que los siguen alimentando. Para los mayas, estos cuerpos de agua eran como lugares sagrados donde realizaban ceremonias y rituales rogatorios por abundantes cosechas.
El Cimarrón: Consiste en un enorme agujero de 170 metros, aproximadamente, de diámetro y unos 150 de profundidad; constituye un espectáculo verdaderamente impresionante. El Cimarrón tiene el mismo origen geológico que un cenote pero, a diferencia de este, el fondo no está lleno de agua sino de un asombroso bosque de árboles de regular tamaño. Sus paredes son perfectamente verticales; gavilanes y zopilotes utilizan sus grietas y agujeros como nidos.